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Economía

Todo por los votos, el año que viene vemos. Massa irresponsable lanza medidas a monotributístas, autónomos y Pymes

Este paquete de tibias medidas, que busca paliar la situación económica en Argentina, se traduce en un conjunto de disposiciones automáticas, incluyendo alivios fiscales y simplificación tributaria para pequeñas empresas.

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Este paquete de tibias medidas, que busca «paliar la situación económica en Argentina», se traduce en un conjunto de disposiciones temporales y automáticas, incluyendo alivios fiscales y simplificación tributaria para pequeñas empresas.

Sergio Massa, el actual Ministro de Economía y candidato oficialista, ha lanzado estas medidas en un intento desesperado por contener la crisis económica que azota al país y evitar una debacle electoral para el kirchnerismo.

El paquete incluye la extensión de medidas previamente anunciadas, lo que, lamentablemente, profundizará aún más el déficit fiscal y se financiará a través de la inflación, lo que se traducirá en un aumento de precios en el futuro.

Entre las medidas anunciadas por Massa se encuentran:

Paquete: Profesionales Autónomos

  • Prórroga del pago de aportes personales para septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
  • Extensión de la prórroga para el pago del IVA como parte de la cuota mensual hasta diciembre.
  • Actualización de los importes de la escala de retención del impuesto a las ganancias para evitar recategorizaciones debido al aumento nominal de los ingresos.
  • Elevación del monto no sujeto a retención hasta los $160.000 mensuales.

Paquete: Monotributistas

  • Suspensión de exclusiones por superar el límite de facturación hasta el próximo año.
  • Suspensión de bajas automáticas por falta de pago también hasta el año próximo.

Paquete: Empleados Informales

  • Estudio de un nuevo IFE de suma fija para trabajadores en relación de dependencia no registrados. Aún no se han proporcionado detalles sobre alcance, requisitos y monto.

Paquete: Pyme

  • Programa de pagos más flexible para regularizar deudas pendientes con el fisco, con la posibilidad de pagar en hasta 120 cuotas mensuales (hasta 10 años de plazo).
  • Inclusión de obligaciones vencidas hasta el 31 de agosto de 2023 y planes caducos.
  • Tasa de interés del 4,14% mensual.
  • Régimen de simplificación tributaria opcional para profesionales y nuevo régimen simplificado para micro y pequeñas empresas, similar al esquema del monotributo, que permitirá un pago único mensual que incluirá el IVA, el aporte personal a la seguridad social y el impuesto a las Ganancias en caso de corresponder.

Estas medidas, aunque buscan aliviar la carga fiscal para algunos sectores, plantean interrogantes sobre su sostenibilidad a largo plazo y su impacto en la economía. Argentina sigue enfrentando desafíos económicos significativos que requieren soluciones más profundas y sostenibles.

¡VIVA LA LIBERTAD!

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Brasil

Lula impone nuevo impuestazo sobre la renta financiera y la inversión de sociedades Off-Shore

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El presidente socialista ha emitido un conjunto de medidas provisionales que, lamentablemente, entrarán en vigencia con rapidez, además de enviar un nuevo proyecto al Congreso para aumentar permanentemente los impuestos.

El Gobierno de izquierda en Brasil, liderado por Lula da Silva, ha aprobado estas medidas provisionales que gravarán la renta financiera, empeorando la competitividad fiscal del país en comparación con otras opciones en la región y en todo el mundo.

La primera medida significativa implica cambios en la tributación de los «fondos exclusivos», imponiendo un recargo impositivo del 15% sobre sus ingresos, además de los impuestos sobre las ganancias ya existentes. Estos fondos operan en Brasil y declaran sus operaciones y ganancias en el país. El impuesto se aplicará semestralmente, según lo anunciado, y ofrece la posibilidad de reducir la tasa impositiva al 10% si se paga por adelantado.

En cuanto a los reembolsos, la venta de participaciones accionarias o la distribución de rendimientos antes de la fecha de tributación periódica, los fondos deberán pagar un recargo fiscal con una tasa progresiva del 22,5% al 15%, dependiendo del plazo de inversión.

Estas disposiciones se han tomado como Medidas Provisionales (MP), una artimaña similar a los decretos de necesidad y urgencia utilizados en Argentina. Los cambios fiscales solo estarán en vigencia durante 60 días y si el Congreso decide no aprobarlos, se anularán de inmediato.

Además, el Gobierno socialista ha enviado al Congreso un proyecto para aumentar el impuesto sobre la renta financiera en fondos de inversión radicados en Brasil pero que operan con activos en el exterior.

Este proyecto propone una escala progresiva de tributación del 0% al 22,5%. Los ingresos imponibles de hasta 6.000 reales se gravarán al 0%, el segmento entre 6.000 y 50.000 reales abonará un 15%, y los valores superiores se gravarán con la tasa máxima del 22,5%, respectivamente.

Si el Congreso aprueba el proyecto, el nuevo impuesto sobre la renta financiera para estos fondos de inversión entrará en vigencia a partir del 1° de enero de 2024.

Cabe destacar que, bajo la regla de «calabozo fiscal» aprobada por el oficialismo, el Gobierno tiene la capacidad de aumentar discrecionalmente el gasto público siempre que logre un aumento constante en la recaudación. Estas medidas buscan obtener un margen fiscal mayor para el año 2024. Lamentablemente, este enfoque sigue alejándose de los principios de libertad económica y la capacidad de los individuos de gestionar su propio dinero.

¡VIVA LA LIBERTAD!

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Economía

«Si querés ahorrar comprate un autito» Sergio Massa.

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El ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, ofreció un discurso desde Plaza de Mayo -rodeado por Héctor Daer, Julio Piumato, Wado de Pedro y Máximo Kirchner- tras recibir este lunes a las centrales sindicales -CGT y CTA- para definir la quita del impuesto a las Ganancias. Fue un acto con aroma a relanzamiento de cara a las presidenciales de octubre. El ministro dijo que mandará el texto al Congreso y aclaró que mientras tanto lo instrumentará por decreto.

Es preocupante que el ministro de Economía, Sergio Massa, esté promoviendo la eliminación del impuesto a las Ganancias mediante medidas gubernamentales. En lugar de buscar soluciones basadas en la libertad económica y la reducción de la carga impositiva, se opta por el uso del poder estatal para imponer cambios en la política tributaria. Esto va en contra de los principios libertarios de propiedad privada y autonomía individual, donde los ciudadanos deberían tener la libertad de decidir cómo utilizar sus ingresos sin la intervención del gobierno.

“Quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones importantes. La primera es que allá por el 2015, Macri les prometió a ustedes que ningún trabajador iba a pagar ganancias. Sin embargo, cuatro años después el doble de los trabajadores argentinos pagaban ese impuesto. Nosotros en el 2019 empezamos a recorrer un camino de disminución y llegamos a este momento en el que menos de 800.000 trabajadores argentinos están pagando Ganancias”, sostuvo al comenzar con su alocución.

Ah pero Macri… Si bien es cierto que el impuesto a las Ganancias es una carga para los trabajadores, la solución no radica en la eliminación del impuesto mediante intervención estatal, nuca debió existir. En cambio, deberíamos tener politicos con alternativas que promuevan la libertad económica y el crecimiento. Países como Suiza y Singapur han implementado políticas fiscales más liberales, reduciendo los impuestos y fomentando así el desarrollo económico. Es importante recordar que la prosperidad no se logra a través de la redistribución forzada de la riqueza, sino mediante la creación de oportunidades y la promoción de la iniciativa individual.

Massa, en tono electoral, destacó instantes después: “Quisiera trasmitirles una convicción. Para mí el salario no es ganancia, es remuneración. Era vergonzoso que en un país donde promovemos el trabajo, los trabajadores paguen impuesto a las ganancias. Por eso, hemos decidido enviar al Congreso enviar una ley que elimina la cuarta categoría de impuesto a las ganancias para todos los trabajadores y jubilados de la Argentina”.

Deberíamos considerar la reducción de la carga impositiva en general y la simplificación del sistema tributario para promover el crecimiento económico y la creación de empleo. Ejemplos como Hong Kong y Nueva Zelanda demuestran cómo la adopción de políticas liberales de impuestos ha llevado a un aumento en la prosperidad y la calidad de vida de los ciudadanos.

“Tenemos que terminar con esta locura del médico que no quiera hacer una guardia más porque la pierde en Ganancias, que el docente que tiene un segundo o tercer trabajo pierde ese dinero extra que obtiene en Ganancias, que el camionero que lleva a una carga peligrosa deba pagar Ganancias, que los trabajadores del Estado, cuando tienen presentismo, se les desvanezca producto de las Ganancias”, sumó el titular del Palacio de Hacienda frente a militantes gremiales.

Y envió un claro mensaje a referentes de la oposición: “Esperamos que, tal y como dijeron en las redes la semana pasada, aquellos que no nos permiten cobrar impuestos a los que tienen plata en el extranjero al menos se dignen a aceptar que los trabajadores y trabajadoras no paguen más el impuesto a las Ganancias”.

La postura de esperar que otros acepten una medida impositiva particular solo porque ellos también se oponen a otra medida no es coherente desde una perspectiva libertaria. En lugar de enfocarnos en quién debe o no pagar impuestos, deberíamos cuestionar la necesidad y la justificación de los impuestos en sí. La libertad económica implica permitir que las personas mantengan la mayor parte posible de sus ingresos y decidan cómo utilizarlos, sin la intervención excesiva del gobierno.

“Alguno podría decir ‘bueno ministro, usted presenta esta ley pero rige a partir de enero del año que viene. Por ahí es presidente o no’. Lo que nosotros queremos marcar es el sendero claro de que mi eventual presidencia va a estar enmarcada por la recuperación del salario, reivindicó Massa.

Es importante tener en cuenta que el objetivo de la política no debería ser la promesa de una eventual presidencia o la recuperación del salario a través de acciones gubernamentales. En cambio, deberíamos buscar soluciones basadas en la libertad económica y la promoción de un entorno propicio para el crecimiento y la prosperidad. La reducción de la carga impositiva, la eliminación de regulaciones innecesarias y la promoción de la inversión y la creación de empleo son medidas más efectivas para mejorar la situación económica de los trabajadores.

Y llamó a “predicar con el ejemplo”: “A pesar de que hoy la Argentina sufre el peor cepo que pueda tener un país, que es un acuerdo con el FMI que existe porque un presidente [Mauricio Macri] en el 2018 decidió ir a buscar plata al Fondo para pagarle a los bancos que se iban a la Argentina… A pesar de que ese cepo o esa convocatoria nos generan cada tres meses tener que rediscutir hacia dónde va la economía argentina… También creemos que es nuestra responsabilidad hacer y no solo hablar”.

Es importante destacar que las soluciones no radican en buscar financiamiento externo o en medidas proteccionistas. En lugar de eso, deberíamos promover políticas que fomenten la confianza en el mercado, la apertura comercial y una economía más competitiva. La libertad económica y el respeto por los derechos de propiedad son fundamentales para el desarrollo sostenible y la prosperidad a largo plazo.

Con el foco puesto una vez más en la quita de Ganancias, el ministro de Economía explicó cómo se financiará: “La Argentina le está cobrando un impuesto a los bienes que se importan desde otros países. Le está poniendo un impuesto al trabajo extranjero que está generando una mejor recaudación a la economía argentina. Esa mejor recaudación, más la mejora en el consumo y la recaudación que genera esa mejora en el consumo, va a servir para financiar esa quita del impuesto a las Ganancias”.

Es importante cuestionar la idea de financiar una quita de impuestos a través de la imposición de nuevos impuestos o la carga sobre sectores específicos de la economía. En lugar de eso, se debería buscar una reducción general de la carga impositiva y una simplificación del sistema tributario. Esto permitiría un mayor crecimiento económico, una mayor creación de empleo y una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos. La promoción de la libertad económica y la responsabilidad fiscal son fundamentales para alcanzar una economía próspera y sostenible.

De cara a las generales de octubre, es importante considerar las propuestas y acciones de los candidatos desde una perspectiva libertaria. Es fundamental evaluar si sus propuestas promueven la libertad individual, la propiedad privada y la reducción del poder del Estado.

En el caso de Sergio Massa y su promesa de eliminar el impuesto a las Ganancias, es necesario analizar si esta medida se basa en principios de libertad económica o simplemente busca ganar apoyo electoral.

Un enfoque más libertario sería buscar una reducción general de la carga impositiva, simplificar el sistema tributario y promover políticas que fomenten el crecimiento económico y la creación de empleo. Además, es importante tener en cuenta que la eliminación de un impuesto específico no aborda el problema más amplio de la sobrecarga impositiva y la complejidad del sistema tributario en Argentina.

Hablándole al electorado, agregó para finalizar: “También les pido que cuidemos nuestra economía y que si tienen que ahorrar, compren un autito, algún bien producido en la Argentina. No me vayan a comprar dólares”.

Sugiere un enfoque basado en el proteccionismo económico y el consumo interno como solución a los problemas económicos del país. La recomendación de comprar bienes producidos en Argentina en lugar de ahorrar en dólares puede tener buenas intenciones para impulsar la economía local, pero podría descuidar la importancia de la diversificación y la apertura económica. Además, hacer un llamado a no comprar dólares puede ser controvertido, ya que muchas personas consideran el ahorro en moneda extranjera como una medida de seguridad frente a la inflación y la volatilidad económica.

¡VIVA LA LIBERTAD!

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Economía

Bullrich adopta modelo bimonetario, similar al de Maduro en Venezuela 2021, marcado por rotundo fracaso

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El Fracaso del Bimonetarismo en Cuba y Venezuela: Un Duro Aprendizaje

El sistema bimonetario, que involucra la coexistencia de una moneda nacional y el dólar, ha sido una estrategia adoptada por países como Cuba y Venezuela, pero su éxito ha sido cuestionable en ambos casos.

Tanto en Cuba como en Venezuela, actualmente operan sistemas bimonetarios que coexisten con sus respectivas monedas nacionales y el dólar estadounidense. Sin embargo, la inflación en ninguno de estos casos ha logrado converger hacia estándares internacionales, y en Venezuela, lamentablemente, la nación se encuentra sumida en una hiperinflación sin precedentes.

Patricia Bullrich, la candidata de la coalición «Juntos por el Cambio», ha presentado una propuesta centrada en la implementación de un sistema «bimonetario» como pieza central de su plan para controlar la inflación, marcando una marcada diferencia con respecto a la dolarización propuesta por el candidato Javier Milei.

Hasta el momento, no se han brindado detalles exhaustivos sobre el alcance y la implementación de este plan. Carlos Melconian, el economista asesor de Bullrich, ha descartado una retirada inmediata de las restricciones cambiarias y ha minimizado el problema de los activos remunerados en el Banco Central. Además, ha evitado entrar en detalles sobre cómo se llevaría a cabo un sistema bimonetario en Argentina, que involucraría una convivencia entre el peso y el dólar.

Sin embargo, en la misma región, podemos encontrar ejemplos de sistemas bimonetarios en Cuba y Venezuela, aunque cabe destacar que estos sistemas no fueron implementados por elección propia de los respectivos gobiernos, sino que fueron una respuesta a la creciente demanda de la población por dolarizar la economía.

En Cuba

Hasta la década de 1980, Cuba funcionaba bajo un estricto régimen de control cambiario, similar al de cualquier otro país socialista. El sistema colapsó definitivamente en los primeros años de la década de 1990, la huída del peso parecía inevitable, y la dictadura se vio obligada a lanzar el “Peso cubano convertible” (CUC) a partir de 1994.

Mediante esta maniobra, se estableció una paridad fija en 1 a 1 entre el CUC y el dólar, y se dispuso la circulación del peso cubano no convertible, el CUC y el dólar al mismo tiempo, pero con una serie de restricciones dependiendo de cada sector en particular y su vinculación con los bienes transables. De esta forma se logró contener la inflación, no sin antes permitir una brutal devaluación inicial.

Pero ese régimen de Convertibilidad se fue resquebrajando con el tiempo. A partir de 2004, el Gobierno decidió imponer un impuesto a la compra de divisas del 10%, y se reprimió estrictamente la circulación del dólar en la isla (aún más que antes). En este sentido, los controles cambiarios perduraron y el “eje” del bimonetarismo fue la paridad fija con el dólar.

Más tarde, en 2011, la dictadura volvió a flexibilizar la circulación del dólar, pero conservando el recargo del 10%. El dictador Miguel Díaz-Canel finalmente eliminó este impuesto con la reforma monetaria de 2021, pero al mismo tiempo anuló la circulación de la moneda convertible.

Ese año, el Banco Central de Cuba rompió la convertibilidad al emitir una sideral cantidad de dinero durante la pandemia, y reforzó nuevamente los controles cambiarios para reprimir la huida del peso no convertible. Esto dio lugar a una brecha cambiaria superior al 70%, y una tasa de inflación fluctuante entre el 30% y el 80% anual.

En Venezuela

El caso venezolano probablemente sea el más extremo de represión financiera. El chavismo intensificó los controles cambiarios desde febrero de 2003, creando oficialmente la Comisión Nacional de Administración de Divisas (CADIVI) para supervisar estrictamente el acceso de los ciudadanos a divisas extranjeras.

Esto dio lugar a dos tipos de cambio en el país, uno oficial y otro paralelo (libre e ilegal). Con el tiempo el sistema se fue complejizando cada vez más, a partir de 2008 se le quitaron 4 ceros a la moneda, y a partir del año 2010 pasaron a regir 3 tipos de cambios diferentes: el oficial regulado, el que correspondía al Sistema Cambiario Alternativo de Divisas, y finalmente el paralelo en el mercado informal.

En el año 2014 el régimen de Nicolás Maduro reformó nuevamente el mercado cambiario, introduciendo múltiples tasas de cambio para diferentes propósitos, incluyendo bienes esenciales, importaciones no prioritarias, viajes al extranjero y transacciones financieras (flotante y legal), y finalmente el dólar paralelo (lo que conoceríamos en Argentina como “dólar blue”).

Esta segmentación de dólar es una idea que promueve Carlos Melconian, el elegido por Patricia Bullrich para que sea su ministro de Economía en caso de llegar a la presidencia. Sin embargo, este sistema quedó pulverizado en Venezuela cuando estalló la hiperinflación.

La paridad oficial se atrasó tanto con respecto a los precios que adquirió valores irrisorios, la mayor parte de las transacciones migraron al dólar paralelo aún pese a las restricciones legales, y la economía entró en la peor depresión de su historia. El sistema cambiario colapsó, y la dictadura venezolana se vio obligada a aceptar dosis crecientes de bimonetarismo legal.

En febrero de 2016, se eliminó el dólar financiero especial y se unificó con el de las importaciones no prioritarias, y en febrero del año 2018 se unificó todo el mercado legal de cambios. En este último año se decretó la anulación de los controles cambiarios para rupias, yuanes, euros y rublos, pero lo que realmente quería la población era el dólar.

En mayo de 2018, el Gobierno flexibilizó los controles para recibir remesas familiares en divisas provenientes del exterior. En el mes de agosto, el Gobierno elimina el control de cambios que había sido instaurado 15 años atrás, y a partir de este punto el país alterna entre períodos con libre flotación cambiaria y períodos con “flotación administrada” en los que interviene el Banco Central.

En octubre del 2021, Maduro anunció oficialmente el “bimonetarismo” en Venezuela, con la introducción del “Bolívar Digital“, que, a pesar de su nombre, no tiene nada que ver con una criptomoneda, sino que flota con mayor libertad en comparación con las anteriores conos monetarios con el dólar.

La nueva moneda le quitó 6 ceros al anterior “Bolívar Soberano“, que de soberano tampoco tenía nada porque fue una moneda hiperinflacionada, que llegó a subir un 3.000.000 %.

El sistema bimonetario aún está vigente hasta el día de hoy, y a pesar de todos los cambios formulados, la tasa de inflación sigue fluctuando entre el 300% y el 400% anual. Los sucesivos programas de estabilización bajo el sistema bimonetario demostraron ser más efectivos que la represión financiera del chavismo tradicional, pero nunca lograron eliminar el problema inflacionario.

Estos casos en Cuba y Venezuela ilustran cómo el sistema bimonetario podrían ser una respuesta a la crisis económica y la pérdida de confianza en la moneda nacional, pero no garantiza la estabilidad ni resuelve la inflación desenfrenada. Es crucial considerar estos desafíos antes de implementar un sistema similar en Argentina.

¡VIVA LA LIBERTAD!

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