Europa
UE rechaza bloqueo naval contra migrantes; Meloni impulsa centros de detención en Italia
La líder italiana de derecha, Giorgia Meloni, ha tomado medidas enérgicas para abordar la reciente afluencia de inmigrantes, mientras que la Unión Europea ha rechazado cerrar sus fronteras.
Italia se vio abrumada por la llegada de casi 10,000 inmigrantes ilegales africanos en menos de 72 horas, lo que llevó al gobierno local a declarar el estado de emergencia en la isla de Lampedusa, que ya tenía una población de 6,000 habitantes antes de esta nueva ola migratoria.
A pesar de la promesa de Meloni de endurecer las políticas migratorias, la Unión Europea ha limitado sus opciones debido a las leyes supranacionales que rigen la política de fronteras. Meloni solicitó un bloqueo naval en el Mar Mediterráneo para frenar la ola de inmigrantes, pero la Unión Europea rechazó su petición, ya que, según las leyes de la UE, Italia no puede deportar a estos inmigrantes una vez que tocan tierra en Lampedusa, donde se les considera refugiados de guerra con permiso para quedarse en Europa.
Para abordar la congestión en la isla, Meloni ha estado transfiriendo a los inmigrantes a Sicilia y otros puertos en ferry, pero la movilización es lenta y no resuelve el problema subyacente de las fronteras abiertas impuestas por la UE. El gobierno de Meloni ha anunciado medidas extraordinarias, que incluyen la ampliación del tiempo de detención para inmigrantes ilegales de 12 a 18 meses.
Además, se ha ordenado la construcción inmediata de nuevos centros de detención para dar cabida a los nuevos llegados, ya que la falta de capacidad ha sido un problema persistente en Italia. En junio, Meloni, junto a la presidenta del Consejo Europeo, Ursula Von der Leyen, y el presidente de Túnez, Kais Saied, firmaron un acuerdo para proporcionar ayuda económica a Túnez a cambio de su cooperación para prevenir la emigración.
Sin embargo, septiembre experimentó un aumento significativo en la migración, y el régimen tunecino no ha logrado detener a sus ciudadanos que intentan cruzar el Mediterráneo hacia Europa.
Meloni ha reiterado la necesidad de un bloqueo naval en el norte de África para evitar que los traficantes de personas continúen operando. Los inmigrantes a menudo entregan sus ahorros a estos traficantes, quienes los llevan al mar Mediterráneo y los abandonan en medio del agua.
Esta aceitada máquina ha permitido un masivo éxodo de africanos hacia Europa desde que estalló la Primavera Árabe en 2011, cuando surgió el Estado Islámico (ISIS) y cientos de miles de personas de Libia, Túnez, Egipto, Marruecos y Argelia emprendieron el peligroso viaje a Italia.
Un peligroso proceso que es facilitado por algunas ONG de rescate que, a menudo en colaboración con traficantes, rescatan a los inmigrantes y los llevan a la isla más cercana, generalmente Lampedusa, lo que los convierte automáticamente en refugiados de guerra según los tratados de la Unión Europea.
Esta situación ha resultado en un aumento significativo de la población africana en Italia, pasando de menos de 200,000 antes de la Primavera Árabe en 2011 a más de 2 millones en 2023, lo que representa un crecimiento demográfico del 900% en la última década.